lunes, 30 de abril de 2007

El famoso Pollo al limón... receta

El domingo fue un día dedicado a la cocina. Confieso que me gusta mucho, sé hacerlo, pero poco me meto en la cocina. Ayer no me pude escapar de esa que debe ser una especie de obligación, por lo menos cocinar una vez al mes, por lo menos. Y ante la insistencia, ya de días, de mi esposa que quería el famoso Pollo al limón, pues no quedó de otra de volver a la cocina y antes de que se le salga el muchacho pues tocó prepararle. Le digo famoso porque esa fue el platillo que cocine en casa de mis padres cuando llevé por primera vez, en visita oficial a mi entonces enamorada y a mi suegra, a comer a casa. A presentárselas a mi madre. Bueno, mi esposa ya conocía a mi mamá. No así mi suegra. Y recuerdo que además del pollo al limón preparé minipizzas, de esas cuya masa ya viene preparada. Quedé marcado. Y ayer, por la noche, ya en cama, mi esposa me sentenció: tu platillo bandera es Pollo al limón.
Y bueno, si alguien lo sabe hacer y lo ha probado, pues sabrá que es un platillo realmente sencillo y delicioso. Como para que no se queden con la pica, les diré cómo hacerlo, ok...

Sazonar al pollo con sal y pimienta (al gusto), luego sofreírlo en una sartén mediana con dos cucharaditas de margarina... para que no se les peque la carne y obtengan un delicioso color dorado, agréguenle con confianza una pizca de aceite. Previamente mezclen en media taza de vino blanco, una cucharada de cebolla blanca picada finamente, una cucharada de perejil y el zumo de medio limón, que a la cuenta debe darles una cucharada. Bien agréguenle sal al gusto. Les debe quedar un aderezo fantástico. Luego de haber sofreído el pollo por más de ocho minutos, cuatro por cada lado, viertan la mezcla y déjenla cocinar por 20 minutos a llama baja. Luego, en una taza poner un cuarto de agua y una cucharadita de maicena. Mezclar bien. Cuando haya trascurrido el tiempo de cocción del pollo, viertan la maicena y agite el sartén lentamente como para que no se les pegue la maicena. Déjenlo hervir para que termine de cocinar por aproximadamente 10 minutos más y listo. POLLO al Limón... ya me contarán cómo les quedó...

Hasta tanto, ya seguiré preparando el platillo para este domingo... ¡Oh no!... Cierto que salgo de vacaciones... iré a la playa, a Salinas... mmm Ya les contaré.
PD: por cierto, la receta no es mía, jeje la saqué de un libro, pero sí a eso le acompañas con una buena selección músical, (en mi caso fue algo de Andrés Calamaro, Camilo Sesto y Manuel Mijares), una mejor compañía (mi esposa bella), y una mañana o tarde fresca... pues de seguro el platillo quedará estupendo.

viernes, 27 de abril de 2007

Mamá te llamó Sofía…

Una noche de abril, mamá llamó por Sofía a un bebé que gateaba feliz por casa. De un lado a otro por el salón de la televisión buscando no sé que cosa atrás del mueble del televisor. Mamá dice que querías coger los cables. “¡Sofía no!”. Así determinante fue mamá, pero no hiciste caso. Es increíble, cómo aún en sueño, eres rebelde. En eso creo que te asemejarás a tu hermano. Ante tu negativa, mamá no tuvo más opción que acercarse y cargarte para evitar que siguieras jugando con los cables. Mamá dice que eres hermosa, tenías sus ojos y nariz, así como el pelo negro.

Llevas 12 semanas en la barriga de mamá. Aún no sabemos si eres niño o niña, pero ya provocas los sueños más encantadores, mientras tu hermano, el poto, se encarga de interrumpirlos cada noche, cuando se pasa a nuestra cama, dizque para dormir diferente. Anda en la etapa que quiere dormir con nosotros. Insiste, pero allí estamos portándonos firme y echándolo a su dormitorio, pero a veces nos gana el cansancio y los besos y abrazos de él que a medianoche, siempre vienen bien. Pero te digo que esa magia dura hasta que su mal modo de dormir se nos hace insoportable. Entonces, va de nuevo el disco de que vuelva para su cama.

Doce semanas. A mamá la tienes a mal traer con el apetito, pues solo quiere ella comer cosas gourmet. Así, a los seis meses, mi amor, me habrás quebrado… pero te anhelo y estoy ansioso de que ya estemos los cuatro.
A ti... cuyas orejitas ya están formadas...

lunes, 23 de abril de 2007

Los sobrevivientes...

No hay etapa más dura en la vida, que la colegial. Pasar de una etapa tan llena de inocencia a una tan tosca, ruin y despiadada. Eso es tan complejo y no exento de incertidumbre, dudas y sobre todo, de burlas. Sí. Burlas.
Hablar de eso incomoda. La gente prefiere dejarlo atrás, olvidarlo. Cosa de inmaduros. Idioteces que ahora en nuestra vida de adulto ya no tienen espacio, ni siquiera para el recuerdo. Pero yo propongo ahora un repaso, particular y privado a esos momentos que marcaron. Sí porque de cierta forma todo eso marca la vida, los momentos. Lo queramos o no.
Mi porte casi siempre fue mi aliado. Especialmente para evitar a los abusadores de grado o curso superior. Pero qué pavor que me daba cada vez, por ejemplo, que me subía al bus y en la última fila se sentaban los chicos malos (preferiría llamarlos de otra forma, pero he de mostrarme maduro) de quinto y sexto año. Era 1988. Estaba en tercer curso del colegio Espíritu Santo. Los en cuestión tenían fama de peleadores, de buscapleitos, de pandilleros, eran de la 42, temible pandilla del sur de la ciudad. No había Ñetas ni Latin King. El terror no había sido globalizado, aún.
Recuerdo que me hacía el loco o el dormido…Era uno de los últimos en ser recogidos y no había más asientos disponibles. O tocaba ir parado o en los asientos penúltimos, sí aquellos que nadie tomaba por no ser objeto de burlas, jodas, chácharas de los del final.
Un par de veces casi me lío con ellos. Era de barrio peleador aunque nunca gané una pelea. Pero es como todo. Si no te arriesgas y te la juegas, pierdes por no presentación. Y tocó.
Los compañeros de clases me llamaban Gorilón… dependiendo la circunstancia. Quien no tenía apodo en tercer año era un marginado. Un cero sociológico. Crueles o no, eso forma parte de un cultura que obligaba a ser aceptado. En el barrio me llamaban tiburcio o tiburón por mi nariz de corte particular. Alguna vez alguien dijo que era perfil francés… vaya paradoja. No faltaba la ocasión que los vecinos me comparaban con alguien ya mayor. Por allí me llamaban Juanito, porque dizque era igualito al flaco lasallano del departamento 402. Nunca encontré ni rastro de parecido.
Cómo a la mayoría le gusta no pensar. No faltó pues quien me llamaba, conde contar, ja ja. Bueno, hasta mis días de vez en cuando mi bella me llama así…
Porcel, botijas, Ñoño, Don barriga. Todos esos personajes desfilaron por mí, sin ser ni medianamente parecido. Mi gordura apenas superaba el promedio, pero eso no importaba a aquellos que pretendían menospreciar. Porque eso es lo que al final la gente termina haciendo, menospreciando.
Educado con odio. En ambiente carcomido de envidias. Crecimos sin aprender a valorar las diferencias, a reconfortamos con las diversidades. Hoy tenemos una sociedad imperturbable. Que se sacia de las penas, que celebra al más vivo, que condena al tonto, al cojudo. En gran parte, por esa cultura del apodo. Celebramos cuando se aplasta a los inferiores. No de ahora, de siempre. Por lo visto, algunos siguen inmaduros.

viernes, 20 de abril de 2007

La noche se termina...

El mail de Candelasgoodnight es en sí un hasta luego...



"Hola… Les escribo para contarles que hoy se cancela definitivamente esta aventura llamada “Candelasgoodnight” porque he decidido vivir más allá de la noche y sus delirios… Con este ejercicio de escritura participativa pulí mi estilo abrumadoramente, si comparamos el desarrollo de los textos desde el inicio en Bitácoras.com, mas esta evolución tuvo un elevado costo, durante su desarrollo herí mortalmente a un amigo traicionando su confianza; aunque un pedazo de su dolor habita en mi es tarde ya para remediarlo… La cuerda se rompió por el extremo más fino y ninguna disculpa justifica mi imprudencia, ni la ausencia total de criterio. Ahora no está aquí, entre mi grupo cercano de críticos lectores que al final es lo que más importa…
Continuar escribiendo en este espacio no tiene sentido, pues comprendí con que este estilo intimamente dramático no aporto en nada a la vida real que llevo como Ma. Candela o Giselle Viteri - Cevallos que viene a ser la misma cosa, sólo destruye como una pandemia esparciendo caos y confusión. Me leen ustedes los que firman sus mensajes, los anónimos que se apropian de vivencias propias, los silenciosos y queridos amigos que siempre están conmigo… me leen familiares, conocidos, desconocidos y curiosos… A todos muchas gracias por sus detalles sinceros, por sus pláticas en el msn, por sus frases de apoyo, por sus constantes réplicas y contra réplicasen la caja de comentarios o en mi correo… pero fundamentalmente por enriquecer mi vida con la experiencia de ser amigos en tiempo de tormentas.
He cancelado la opción de coments, no quiero que tomen esto como una broma o un recurso para subir las visitas al blog. Consideré borrar íntegramente este diario, mas sería un acto cobarde, la negación de una etapa de mi vida que en el recuento de los años resultó enriquecedora…
Si aún siguen leyendo esto, pues sólo un consejo escriban con un objetivo, no sólo por vanidad… tener un blog es una responsabilidad mas que un entretenimiento, no es una estrategia para conocer gente y vivir un sueño irreal con matices rosas. Es un mecanismo para esparcir consciencia, para apuntalar compromisos, para ejercitar las voluntades, para combatir la mediocridad, para fomentar el debate… Lástima que Yo lo comprendiera como todo en mi vida: “A sangre y Fuego!” Seguiré comentando sus blogs y en algún momento cuando esté preparada para el reto que me he propuesto les avizaré el url del nuevo blog…
Bonito día para todos! Ma. Candela (Giselle Viteri-Cevallos)
Nota del Editor.
Al final, solo me resta un comentario... la palabra precisa te seguirá, así como el agudo análisis... Aprendiste y crecistes con el blog... ahora el breve espacio queda abierto para tu regreso...
DS

miércoles, 11 de abril de 2007

El poto y yo



Nos tenemos algún tipo de confidencialidad... algún tipo de pica, cierta revancha... nos peleamos a una misma mujer.... él la ve como la madre y yo como mi alma.... pero es una guerra en la que nadie cede posiciones. Una guerra por su cariño, por su atención, por su amor... y ahora que viene uno más, la batalla se abrirá otro frente...

Andrés, a quien llamo con cariño Poto, es un capullito del cual va emergiendo una persona tan hermosamente complicada, tan decididamente inteligente y tan maravillosamente frágil. Sí también emerge un ser duro, a veces, necio y egoísta. Es allí donde realmente entiendo que mi tarea no es haberte traído al mundo. Es allí cuando sé que este camino recién empieza. A tus cuatro años no eres más que un ser tan fantásticamente enigmático. Por eso de mi fascinación. Por eso de mi adoración y de mi amoroso compromiso de estar allí. Te amo, pequeño poto.

jueves, 5 de abril de 2007

Levantarse y seguir adelante...



Es eso... El amor bien entendido no sabe de orgullos, ni de poses. No tiene miedo a entregarse, ni a caer, porque sabe que se levantará acompañado...

Es eso... el amor es respetado, no sabe de egoísmo ni de restricciones... Pero, aunque parezca contradictorio el amor sabe de límites porque no puede entregarse a quien no quiere recibirlo, a quien no quiere cuidarlo... a quien no está dispuesto a dejar su orgullo.

Es eso... cumpliste tu parte. Caminaste desnuda como muchos no tienen el coraje de hacerlo. Lo hiciste y eso te ayuda a crecer. Caíste y te levantaste. Esa es la diferencia entre los que aman y los que dicen amar, pero no entregan nada.

Es eso... seguir en busca del amor o esperar a que te llegue y sepas reconocerlo...



Pura vida...

Sobre el amor....


Me he convertido, casi sin querer, en una especie de gurú del amor para algunos amigos que ven en mí, creo yo, un perdedor tan grande que ahora ya sabe cómo no equivocarse en las cosas del amor. Jajaja Y pueden que tenga razón, porque a la verdad si de algo me he caracterizado en este vida, y no en otra, es a perder en todas excepto en una. Afortunadamente, esa única victoria, quizá pírrica en cuestión de números (6-1 en el balance específico de aciertos serios y 12-1 en el balance de aciertos de todo tipo, jaja) me hacen dichoso y afortunado. En verdad. Y es por eso que me siento tan bien cuando alguien viene en busca de consejo y apoyo.

Sé de qué se trata. Conozco los bemoles del amor, del desafuero, de la traición y del engaño. Conozco de los trucos, de las estrategias y de las equivocaciones. Conozco de mis imperfecciones que son comunes entre los hombres. Pero siempre agradezco que mis consejos no son resultados de garantía, porque el amor es así, desconocido al final de cuenta.

Siempre digo que los primeros enamorados tienen las de perder. En todo sentido. Más cuando se es joven y adolescente. Por que allí, recién se experimenta eso de amar, de compartir, de integrarse a otra persona. Y digo que los primeros enamorados tienen las de perder porque si bien disfrutan de los abrazos y labios virginales, son esas primeras experiencias las que precisamente tienden a volver torpe e inmaduro el amor.

Uno va perfeccionándose en el arte de amar y respetar a la otra pareja, precisamente, yendo de pareja en pareja. Puede resultar odioso y hasta fatuo el reconocerlo, pero es verdad. Cada fracaso y acierto nos ayuda a ser mejores. Claro si es que esa en sí es nuestra meta cuando iniciamos una relación. Mejor persona, mejor amigo, mejor enamorado, mejor esposo. Así debería ser. Pero claro, hay gente que solo se dedica egoístamente a coleccionar amores.

Amar es de pocos y el querer de muchos. Ama el que respeta, exige, cede y sobre todo edifica a la otra persona y eso la ayuda, en retribución, a ser mejor persona. El amor implica límites, esfuerzo y sobre todo humildad.

Cuando tenemos claro lo que significa el amor en una relación, esa relación funciona, pero siempre que la otra persona también lo tenga claro. No se trata de suponer, sino de entender. El amor no es sencillo, pero cuando se lo entiende que sencilla y perfecta se hace la relación.

Bueno, son solo ciertos apuntes que no me hacen ni de lejos, ningún gurú... porque en esto del amor, recién estoy aprendiendo...



Pura vida.