martes, 21 de agosto de 2007

El día en que la luz se apague...



No he dejado de llorar... de alegría... de nostalgia... de felicidad de haber sido amado, de amar... de haber sido extrañado, anhelado, cuidado y perdido... de estar allí en medio de sus brazos de los que me amaron desde el primer instante… los que siguen y los que partieron... y luego de tener entre mis brazos a los míos, a ese ser que va para los cinco años y a aquella dama que hoy cumple 29… también anhelo a aquel que se forma en sus entrañas… De haber abrazado a los amigos de toda la vida, de sonreír y llorar sus alegrías y penas.
Algunos prefieren pasar de esta copa… no pensar en aquel día en que ya no estará la luz que ilumine el camino de otros… pero lo hago ahora, porque escribo con la honestidad de la palabra que llega al ser amado y querido. Vivo la vida con pasión, cimentando los recuerdos con cariño, con paciencia, con sabiduría. Estoy ahora y eso es suficiente para ser feliz...

2 comentarios:

Carlos dijo...

...así es mi hermano, La vida es bella, y los homenajes en vida, disfrutarla como lo haces y estar conciente es una bendición Daniel.

Un abrazo a tu señora.

...flor deshilvanada dijo...

Un beso de feliz cumpleaños a tu esposa, creo que vos debes ser uno de sus mejores regalos.

Un beso!