Este es el perfil de Matías... tiene 23 semanas.
Matías… Debo reconocer que desde ahora eres completamente fascinante. No solo que rompiste todos los pronósticos, pues no te ha bastado con hacer quedar mal hasta los que pintan de tener sueños agoreros (tu abuelo Oswaldo y tu tía Lore), sino que has demostrado que tiendes a levantar dudas hasta en los más crédulos (Nadie ha creído el veredicto del especialista). Hijo, ve aprendiendo que en esta vida se es santo y al mismo tiempo demonio. Lo que para uno está bien, para otros no. Pero tranquilo, que en el camino que nos espera, tanto mamá como yo sabremos enseñarte eso y muchas otras cosas más. De momento sigue feliz en el lugar más apacible de este mundo, el vientre de mamá. Crece, fortalécete y juega con los sonidos y los vaivenes de una mamá que ya estaba desesperada por conocer tu sexo y que ahora ansía saber de tu personalidad.
Has sido hecho varón. Y la noche del domingo 15, entre los juegos y locuras del poto, que ahora se las da de caballero, tomando una regla como espada, una raqueta de ping pong, como escudo, y el pato amarillo, como guante, decidimos llamarte Matías. Mamá, como es su costumbre, había seleccionados un listado no muy grande de posibles nombres… algunos bien extraños como Uriel, otros de carácter como Alejandro… Pero nos decidimos por Matías, tanto por su sonido dulce y fuerte, como por ser el nombre del apóstol escogido para reemplazar a Judas. Por cierto, de Matías poco se sabe en la Biblia… así como de ti hasta ahora… poco se sabe, pero has sido puesto en esta tierra por un objetivo y tocará que lo descubras.
Tocó esperar más de una hora para saber tu sexo. La verdad si alguien quiere ir a APROFE, un sábado por la mañana, piénselo dos veces, porque lo que menos hay es agilidad. Y está bien que así sea, en cosas de embarazo la atención detallada es lo primordial. Nada de dejar dudas a los usuarios. Por ese lado, estoy consciente de que la espera aunque ya empezaba a resultar molestosa, ha valido la pena. Y es que casi no te dejas ver. Estabas sentado. Como que queriendo ocultarte más tiempo, sumando incógnita y desespero especialmente en mamá, pero bastó una maniobra del médico que con seguridad te enojó, para que nos mostraras de qué estás hecho. 2 B y una P evidencian en la fotografía del eco que eres varón.

La felicidad me embargó. Al igual que a tu hermano, Andrés, quien por primera vez asiste a un eco. Tenías que haber visto su rostro de sorpresa. No se perdió ningún detalle, con singular curiosidad observaba los equipos, el gel que el especialista colocaba sobre la barriga de mamá, escuchaba tus latidos y hasta metía su cabeza por los brazos del médico para no perder ningún detalle en el monitor. ¿Qué habrá entendido de la imagen? Solo él lo sabe. Lo cierto es que aunque el creía que ibas a ser su hermanita, no puso ningún reparo en que seas su hermanito… Por el contrario también se alegró mucho. Andrés insiste en llamarte Pocoyó… no acepta Matías… el dice que te llamas Pocoyó, sí como el menudo nene que juega con un elefante, un perro, un pato y un pájaro… para el Poto… eres ese… y él está muy feliz…
Quizá fueron una especie de premonición, dice mamá, las palabras aquellas cuando describía la relación con tu hermano… cuando dije que nos disputábamos un amor, el de mamá y dije que se abriría otro frente… ese que con justo derecho lo vienes a pelear tú, mi sol. No creo en premoniciones, lo sabes, pero estoy seguro que los TRES nos llevaremos de maravilla y saldremos por allí a divertirnos, como los varones solemos hacer, entiende ir al estadio, comprar películas, jugar fútbol o voli… cosas que mamá no entiende porqué las hacemos, en lugar de quedarse en casa, conversando y compartiendo sueños y teorías con ella.
Matías… los tres estamos ansiosos de tu llegada. También lo están los abuelos, las tías y primos. Sabemos que serás amado y protegido por todos, sobre todo, bendecido grandemente, como lo ha sido tú hermano Andrés.
Matías… Te amo
Bienvenido
Pd: Leyla... no vamos a repetir el ECO... no insistas y acepta... es un lindo varón. Además, ya hay muuuchas mujeres en la familia...